El alumnado de Biología y Geología de 4ºESO del Deutsche Schule forma parte de un proyecto internacional sobre el cambio climatico. Nuestros jóvenes investigadores, junto a su profesora Elena Führer, participan en un experimento sobre la “descomposición” o degradación del material organico (hojarasca de las plantas, heces y cadaveres de animales, etc.), que es es un proceso crítico para la vida en la Tierra.
Existe una tremenda variación global en la tasa de descomposición. En ambientes fríos, por ejemplo, la descomposición es mas lenta que en ambientes calidos. Factores como el contenido de humedad, la acidez o el contenido de nutrientes de los suelos, pueden tener gran influencia en cómo de rapido ocurre la descomposición.
Para tener una visión global de la descomposición de la materia organica en los suelos de todo el mundo, se necesita una gran cantidad de información, incluyendo datos de suelos de diferentes características y bajo climas contrastantes. Es necesario calcular un índice de velocidad de descomposición de la materia organica y también saber cómo influye en este índice el clima y la riqueza de nutrientes del suelo.
Para conseguir toda esta información, jóvenes científicos de distintos lugares del mundo estan repitiendo un mismo experimento, sencillo y barato, con el que medir la velocidad de descomposición utilizando bolsas de té, como bolsas de residuos vegetales. El valor científico de esta nueva metodología ya ha sido valorado y esta siendo utilizada en muchos países de todo el mundo.
Se van a usar bolsas de té de nylon que ya han sido enterradas por nuestro alumnado con el fin de medir las tasas de descomposición. Tras un mes y medio, se desenterraran para comparar el peso antes y después de estos 90 días. Con los datos que van a recolectar se calculara un Índice de Bolsa de Té, que nos permitira comparar las tasas de descomposición de todo el mundo, en distintos suelos y bajo diferentes climas y construir mejores modelos de predicción del cambio climatico.
Nos han enviado 6 bolsas de té rooibos y 6 bolsas de té verde y seis clavos de abono, de los que se suelen usar para fertilizar los tiestos de casa, que se han enterrado a 8 cm de profundidad y con una distancia entre 15-20 cm, y sobre la mitad de las bolsas de te se ha colocado un clavo. El alumnado ha tomado la localización exacta de las bolsas con un GPS y ha hecho una descripción ecológica del lugar (grado de sombreado del suelo, impacto antrópico o grado de alteración, el tipo de vegetación, etc.)
Ahora solo queda esperar a que pase el tiempo suficiente para que las bolsas de té se descompongan y obtener todos los datos… En 90 días, contaremos el resultado de este experimento con el que el Deutsche Schule mantiene su compromiso con el Medio Ambiente.