Al llegar a Wiesbaden, nos dio la sensación de que en la ciudad no había muchas cosas que hacer, pero al cabo de unos días, con la ayuda de nuestros compañeros de intercambio, vimos que estábamos muy equivocados. Una de las cosas que más nos divertía era ir a la piscina, fuimos más de una vez todos juntos. También solíamos pasar las tardes en el “Kurpark”, un sitio tranquilo y bonito.
Respecto a las salidas, en la primera fuimos a practicar remo y piragüismo a un lago. Ese día fue divertido, y teníamos planeado hacer un picnic, pero luego llovió y no pudimos disfrutarlo a tope. También hicimos una salida a un Waldseilgarten, una especie de rocódromo donde subes y bajas entre soportes de madera. Nos dio un poco de miedo al principio, pero luego fue muy divertido.
La última salida fue a Frankfurt y, entre otras cosas, visitamos el Dialog Museum, un museo a oscuras donde recorres un camino, sin luz, guiado por una persona invidente y te va haciendo preguntas. Fue muy interesante, ya que consigues entender un poco lo que supone vivir el mundo sin poder verlo.
En general, el intercambio fue una muy bonita experiencia y nos sirvió para conocer mejor la cultura alemana y hacer nuevos amigos.
Als wir in Wiesbaden ankamen, hatten wir zunächst den Eindruck, dass man in der Stadt nicht allzu viel erleben könnte, doch schon nach kurzer Zeit stellten wir mithilfe unserer Austauschpartner fest, dass wir uns geirrt hatten! Unter anderem waren wir oft mit ihnen im Schwimmbad und trafen uns bei schönstem Wetter regelmäßig nach der Schule im Kurpark.
Außerdem unternahmen wir natürlich viele Aktivitäten. So ruderten wir beispielsweise im Schiersteiner Hafenbecken. Leider musste das anschließende Picknick wegen eines Gewitters ausfallen.
Auch fuhren wir in einen Waldseilgarten, eine Art Kletterpark, in dem wir auf bis zu sieben Meter Höhe verschiedene Übungen machten, um von Baum zu Baum zu gelangen. Obwohl wir am Anfang ein wenig Angst hatten, hatten wir sehr viel Spaß bei dieser Aktivität. Abschließend besuchten wir auch die nahegelegene Stadt Frankfurt. Dort verbrachten wir den Vormittag im Dialog im Dunkeln, einem Museum, das uns einen Einblick in die Welt blinder Menschen zeigte und uns sehr beeindruckte.
Insgesamt war der Austausch eine wundervolle Erfahrung, die uns dabei verholfen hat, die deutsche Kultur noch besser kennenzulernen und neue Freunde zu finden.